Menos turística que Mallorca, su hermana mayor, Menorca, ofrece playas y calas de agua azul turquesa, perfectas para nadar y bucear. En casi todas hay que dejar el coche y caminar por bonitos senderos señalizados hasta alcanzar la orilla. El resultado habrá merecido la pena.
Alquiler de coche menorcaAunque se llama cala, en realidad es una playa. Y una de las más bonitas del norte de Menorca. Resguardada por varios islotes que dan a la playa la forma de una pequeña bahía, Cala Pregonda es una playa de arena fina y agua turquesa cristalina. En un lateral, la zona más rocosa tiene varias pozas, perfectas para practicar el esnórquel. En la cala no hay ningún servicio por lo que hay que llevar todo lo que se necesite. El coche hay que dejarlo en las inmediaciones de la playa de Binimel.là y luego caminar unos 15 minutos.
Otra joya del norte de la isla, para llegar esta vez hay que caminar una media hora. Un pequeño inconveniente para disfrutar de una playa que, incluso en temporada alta, no se llena nunca. Como en casi toda la isla, el agua es azul turquesa y transparente. Además, es muy cómoda para aquellos que no son buenos nadadores y para niños, ya que es una playa muy poco profunda. Para llegar a Cala Tortuga, llamada así por las tortugas que viven en una laguna cercana, hay que dirigirse al bonito faro de Favàritx, donde hay un aparcamiento gratuito (en verano el acceso al parking está restringido). A partir de aquí está perfectamente señalizado, tanto el acceso a Cala Tortuga como a la bonita Cala Presili (mucho más cerca que Cala Tortuga) por el denominado Camí de Cavalls, dentro de la Albufera des Grau.
El paisaje para acceder a esta playa es tan espectacular como la playa en sí. Toda una ventaja si se tiene en cuenta que hay que caminar más de media hora para llegar a una de las playas más increíbles de la isla. Situada en el norte de la isla, Cala Pilar está rodeada de dunas, vegetación y de un característico suelo color rojizo debido a la arcilla. Como en otras playas de difícil acceso, una vez allí encontrarás una playa virgen de agua turquesa y cristalina, y nada más. Así que, lleva todo lo que necesites y disfruta del camino porque es realmente precioso.
Una de las grandes ventajas de la Cala Cavalleria, una preciosa playa semicircular de arena y abundante vegetación, es que está a menos de 10 minutos del aparcamiento más cercano, en el recorrido del Camí de Cavalls. Una vez de vuelta al aparcamiento puedes acercarte al Faro de Cavalleria, en el cabo del mismo nombre, por una carretera muy estrecha, y desde donde se puede ver la Isla des Porros. Es el punto más septentrional de la isla, y uno de los mejores lugares para ver una puesta de sol. El faro tiene un bar con mesas para tomar algo y el coche se puede aparcar muy cerca de allí.
Las playas d’Algariens, también conocidas como las playas de La Vall, es otra muy buena opción cuando no quieres caminar o vas con niños. Cerca de Ciutadella, estas playas vírgenes están a muy corta distancia de sus dos aparcamientos.
A 12 km de Ciutadella, las playas de Son Saura tienen finísima arena blanca, agua turquesa y un pinar que llega casi a tocar el mar. El acceso está muy bien señalizado y se puede aparcar de forma gratuita no lejos de la playa. Es una muy buena opción para toda la familia, ya que son playas grandes y fáciles de acceder, y además no están completamente masificadas.
Una de las calas imprescindibles del sur de la isla, al igual que la diminuta Cala Macarelleta, aunque esta última está siempre llena de gente. Llegar a Cala Turqueta es fácil, ya que está a diez minutos del aparcamiento, donde suele haber un chiringuito en temporada. Rodeada de un frondoso pinar, es también una de las favoritas de pequeñas embarcaciones que fondean cerca de la orilla.
Encajonada entre los acantilados del barranco que lleva su nombre, Cala Mitjana es una de las más famosas del sur de la isla gracias a su arena blanca muy fina y aguas cristalinas. La minúscula Cala Mitjaneta está justo al lado, pero no siempre tiene arena. Ferreries es la localidad más cercana y desde aquí hay que dirigirse a Cala Galdana y luego seguir la señalización hacia Mitjana hasta su aparcamiento. Después hay que caminar unos 15 minutos atravesando un precioso bosque de encinas.